Viajamos a Barcelona para participar del Festival Sonar+D.
Nicolás Madoery, Director de Futurx, participó del panel “CTRL+SHIFT: Rebooting Digital Culture”, junto a dos grandes referentas de la industria Thais Ruiz de Alda (DigitalsFems), quién coordino el espacio y Geo Taglietti (Reset).
La consigna era clara: ¿Cómo hacemos para recuperar la cultura digital en un contexto saturado por algoritmos, dopamina y modelos extractivos? En este newsletter te compartimos los highlights de la conversación y algunas ideas que nos quedaron resonando.
La cultura en crisis: entre la dopamina y la precariedad
Vivimos atrapados en un ciclo constante de atención fragmentada. El doomscrolling y la obsesión por retener usuarios diluyen la cultura en un océano homogéneo de contenidos efímeros. Y la música refleja esta problemática de forma extrema, un síntoma de época: plataformas como Spotify concentran el 90% de las regalías en apenas el 5% de los artistas, ligados principalmente a grandes sellos. En Deezer, ya el 18% de la música subida es creada íntegramente por inteligencia artificial.
Las promesas de la economía del creador no se cumplieron (ni se cumplirán). Más que nunca, los artistas se ven impactados directamente por la dificultad de monetizar en el territorio digital, mientras las conexiones genuinas con las audiencias se debilitan o se vuelven cada vez más complejas. La cultura pasa a ser un mero “activo digital”.
Metadatos: el poder invisible que nadie ve
Un aspecto clave, pero muchas veces ignorado, de esta crisis son los metadatos. Esas piezas aparentemente técnicas pero profundamente políticas que determinan cómo se descubre y se valora la cultura. Después de más de 20 años de música digital, la mayoría de los artistas desconoce que son dueños de esos datos, ignorando el inmenso poder que implica controlarlos.
Desde FUTURX y DIGITALFEMS, planteamos tres líneas estratégicas para reconquistar y reinventar nuestra experiencia digital:
- Reimaginar las comunidades digitales:
Recuperemos el concepto de comunidad más allá de métricas y likes. Proponemos espacios auténticos, fuera del alcance algorítmico, donde las relaciones humanas puedan fortalecerse lentamente y con profundidad. - Tecnología crítica, ética y situada:
Cuestionamos las narrativas dominantes que presentan las tecnologías como inevitables o intrínsecamente positivas. En colaboración con el Music Technology Group (MTG), trabajamos en una IA transparente, abierta y no extractiva. No vendemos la tecnología como salvación, o solución sino como una herramienta para pensar colectivamente, como herramienta para aprender, relacionarnos, compartir, debatir. Queremos proponer otras dinámicas del juego. - Curiosidad rebelde como resistencia:
En un entorno obsesionado con métricas de éxito inmediato, reivindicamos la curiosidad, el juego, y la exploración sin promesa de rentabilidad inmediata. Promovemos lo incierto, lo frágil y lo no-productivo como actos profundamente revolucionarios frente al pragmatismo de la tecnología dominante.
Entonces, ¿Qué hacemos?
Una llamada a la acción colectiva
Esta no es una llamada a hacer un simple reboot tecnológico, sino a construir una forma radicalmente diferente de estar en línea. Rechacemos la dopamina fácil del algoritmo; busquemos un sentido compartido, una respiración colectiva, y espacios auténticos de diálogo.
Necesitamos agentes culturales activos y conscientes, que rompan el círculo de pasividad digital (hoy dominado por lurkers, es decir usuarixs digitales pasivos). Desde FUTURX, Music X Y DIGITALFEMS invitamos a construir protocolos, herramientas situados y éticos para interactuar con las tecnologías de manera crítica y colaborativa.
Es momento de reconquistar la soberanía cultural y alimentar nuestra curiosidad rebelde. ¿Vamos?
Sobre DigitalFems
Digitalfems es una organización sin fines de lucro que trabaja en la intersección de género y tecnología, abogando por un ecosistema digital y tecnológico más diverso. Su labor está centrada en abordar los sesgos en los productos y servicios tecnológicos y en promover la equidad de género en las industrias tecnológicas.
Capacitan, investigan, diseñan tecnología feminista y la hacen pública, garantizando que las mujeres y las personas de género diverso tengan voz en el diseño de las tecnologías emergentes.